Hay unanimidad en declarar que
Fernando VII ha sido uno de los
peores reyes de la historia de España. Calificado en su tiempo como
El deseado por
un pueblo que le veía como víctima de
Godoy, primero, y de Napoleón,
después, el monarca fue decepcionando a todos los que le rodearon a lo
largo de su vida. Su único fin fue mantenerse en el trono como fuera,
aunque hubiera de traicionar todas las esperanzas depositadas en él.
Hijo de Carlos IV y María Luisa de Parma, Fernando nació en El
Escorial en 1784. Todas las fuentes coinciden en señalar el carácter
desconfiado y vengativo del heredero al trono que muy pronto participó
en conspiraciones contra su padre y Godoy, como la fracasada de El
Escorial en 1807, y el motín de Aranjuez que triunfaría unos meses
después. No obstante, Napoleón ya había fijado su interés por España, y
aprovechó la debilidad y división de la familia real, para obligar a
Carlos y Fernando a abdicar la corona y entregársela a su hermano José.
El deseado gozará de un cómodo exilio en Valençay, en un
castillo del príncipe de Talleyrand, en el que, mientras España se
desangra en la Guerra de la Independencia y trata de sacar una
constitución liberal, felicitará a Napoleón por sus victorias en suelo
español.
Cuando regresa a España, en 1814, anula la Constitución de Cádiz, se
declara monarca absoluto y persigue a los liberales. Gobernó
arbitrariamente durante seis años, pero tras el levantamiento de Riego,
no tuvo más remedio que jurar la Constitución.
Fernando VII volvería como monarca absoluto tres años más tarde,
después de que los Cien Mil Hijos de San Luis acabaran con el Trienio
Liberal ayudados por sus continuas intrigas. Daría comienzo la Década
Ominosa hasta su muerte en 1833. En ella, la represión fue aún más dura,
con episodios como los ajusticiamientos de Mariana Pineda y Torrijos.
No obstante, a causa de la pérdida de las colonias americanas, Fernando
VII no tuvo más remedio que hacer reformas económicas: se crea el Banco
de San Fernando y la Bolsa de Comercio. Asimismo, en esta etapa se crea
el Consejo de Ministros y el Museo del Prado.
Sin embargo, al final de su vida tuvo que contar con el apoyo de los
liberales para poder publicar la Pragmática Sanción. A falta de un hijo
varón, necesitaba derogar la Ley Sálica para que su hija, la infanta
Isabel, pudiera acceder al trono. Los partidarios del infante Carlos
María Isidro, los carlistas, verán hundidas sus esperanzas y se
provocará un conflicto que traerá una cruel guerra civil.
Tras su reinado España quedó abatida: el imperio colonial americano
se derrumbaba y el país se desangraba en una guerra interna mientras
perdía posición internacional. Un pésimo balance para un reinado
presidido por su ambición personal.
Documentos RNE, de la mano de Modesta Cruz, aborda la vida de Fernando VII, con la aportación de los catedráticos
Emilio La Parra y
Juan Francisco Fuentes, y el historiador y Premio Príncipe de Asturias,
Miguel Artola.
N° 2.
Velázquez: un pintor geniale al servicio de Felipe IV.
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